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Sep

Obituario de Virginia Solana González.

Lamentamos comunicar a todos los socios la muerte, el pasado martes, 14 de septiembre, de nuestra compañera Virginia Solana González. La Junta Directiva, en nombre de todos los miembros de la Sociedad Española de Física Médica, quiere trasladar desde aquí nuestro más sentido pésame a toda su familia.

Compartimos también aquí el obituario que en su memoria ha escrito el compañero Pedro Fernández Letón.

 


El pasado día 14 de septiembre falleció nuestra compañera y amiga Virginia, después de una lucha durante siete meses contra una enfermedad que ella había conocido bien, ya que contribuyó con su trabajo a curar y mejorar las vidas de los pacientes durante sus años de profesión en los diversos  centros hospitalarios donde trabajo.

Virginia comenzó en 1978 incorporándose como asistente voluntario al grupo de radiofísica liderado por María Jesús Manzanas en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. En 1981 junto con su marido, José Miguel Delgado, se trasladó a Quito, Ecuador, en donde colaboraron en la puesta en  marcha el Servicio de Radioterapia del Hospital Militar y el Hospital Carlos A. Marín de Quito y trabajaron en ese país en diferentes áreas de la Radiofísica. En 1990 vuelve a España y se incorpora al recién creado Servicio de Protección Radiológica del Hospital de La Princesa junto con Pilar López Franco. En 1991 se cambia de hospital incorporándose a la Sección de Radiofisica del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital 12 de Octubre en la que permaneció hasta que en el año 2004 pasa a dirigir la Radiofísica de los centros de Radioterapia del Instituto Madrileño de Oncología (IMO) en Toledo y Talavera hasta su jubilación en 2016.

Durante los años que hemos trabajado juntos en el Hospital 12 de Octubre, siempre fue una compañera y amiga que mostraba un gran entusiasmo por el trabajo de la radiofísica en radioterapia. Verdaderamente a ella se la veía que disfrutaba con su profesión y eso también era capaz de trasmitirlo a los demás. Es por ello que entre su ilusión por lo que hacía y su carácter tan animado contribuyó a crear un gran ambiente de trabajo entre los radiofísicos, los técnicos dosimetristas, los oncólogos radioterápicos y los técnicos de las unidades de tratamiento, cosa que es de las más  importantes en este trabajo. En este tiempo tuvimos  la suerte de contribuir a la evolución de la radioterapia tal como la conocemos hoy, pasando de las unidades de cobalto a los aceleradores y de los simuladores convencionales a los simuladores TC, de la radioterapia 2D  a la 3D, a los tratamiento de  IMRT y radiocirugía. También contribuyó en el inicio de la formación de residentes de radiofísica: Chano García, Cesar Rodríguez, Luis Carlos Martínez, Alfonso López, etc., que nos llenaron de inquietudes , satisfacciones profesionales y alegrías. Así mismo, participó en la formación de los oncólogos radioterápicos muchos de cuáles son, hoy en día, Jefes de Servicio de diferentes Hospitales de España.

Por todo ello, ha dejado una huella muy grande en todos los que tuvimos la suerte de compartir con ella su vida y quiero en mi nombre y en el de  todos los que han trabajado con ella darle las gracias por los buenos momentos que hemos pasado juntos, que han sido muchos.

Un fuerte abrazo para José Miguel, sus hijos Sergio y Sara y sus nietos.

 

Pedro Fernández Letón