Coordinadora: | ANA MARÍA TORNERO LÓPEZ. |
Miembros: | SHEILA CALVO CARRILLO. |
DAVID HERNÁNDEZ. | |
DAMIÁN GUIRADO LLORENTE. | |
MARÍA JESÚS GARCÍA HERNÁNDEZ. | |
SANDRA WILLIAMSON. | |
Objetivos: | La actual metodología de evaluación del residente de radiofísica hospitalaria se realiza mediante unos criterios objetivos y estructurados, comunes a todas las unidades docentes y especialidades sanitarias, a través de los cuales se pretende estimar el nivel de formación del residente en las diferentes competencias desarrolladas en las actividades usuales de nuestra profesión. Tales criterios son poco concretos y específicos, dotando a la evaluación de un carácter subjetivo muy dependiente del criterio personal del evaluador. Por otro lado, para realizar la evaluación de las rotaciones, el docente debe especificar los objetivos de la rotación y valorar, de nuevo subjetivamente, su grado de cumplimiento, sin estar claro cómo esta evaluación debería contribuir a la nota final de la rotación.
Este sistema de evaluación no contempla adecuadamente la retroalimentación con el residente, la autoexigencia del residente y su conocimiento preciso de lo que se espera de él. Este escenario se torna más complejo si tenemos en cuenta que el programa de nuestra especialidad, común a todas las unidades docentes, es adaptado e implementado por cada una de ellas de acuerdo con sus características particulares: técnicas aplicadas, tecnología disponible, investigación, carga asistencial, recursos humanos y recursos materiales, entre otros. Así pues, la formación de los residentes tiene cierta heterogeneidad, lo cual complica la labor de evaluar las competencias del residente mediante los criterios vigentes. Además, es importante señalar que los evaluadores (tutor y especialistas en radiofísica hospitalaria responsables de alguna rotación del residente), carecen muchas veces de formación como docentes o evaluadores. El resultado es que la evaluación individual de un residente en particular no puede situarse en un contexto común con el resto de los residentes: un 8 para el residente A puede significar lo mismo que un 6 para el residente B. Esto conlleva que la evaluación así efectuada pierda una de sus principales razones de ser. Surge así la necesidad de crear un grupo de trabajo que contribuya a mejorar el sistema actual de evaluación, a ayudar a los tutores y colaboradores docentes, y a la homogeneización del proceso de evaluación del residente de radiofísica hospitalaria, dotándolo además de un carácter estructurado y objetivo. Con este fin, el grupo de trabajo generará una guía de apoyo a la evaluación del residente de radiofísica hospitalaria con los siguientes objetivos:
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